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El carnaval de Río de Janeiro

América celebra sus carnavales: de Corrientes hasta Oruro; Barranquilla hasta Trinidad.

Uno de los torneos más difíciles del mundo, con ascensos, descensos, mercado de pases, muchísimo dinero y una competencia terrible.

El carnaval de Río.

¿Eh?

Febrero es un mes mágico.

América celebra sus carnavales: de Corrientes hasta Oruro; Barranquilla hasta Trinidad.

Todo el continente se embarca en un frenesí de alegría, colores y disfraces.

Las calles se visten de fiesta, diría Serrat.

Y de todo, no hay NADA como Río. 

Se podría decir que hay dos carnavales simultáneos en Río: ambos se tocan entre ellos.

El primero es el "carnaval de rua", el de la calle.

Bandas de música, llamadas "blocos" toman la ciudad: millones de personas salen a divertirse.

Es gratis, es calle, es popular. 

 

Cientos de blocos por día, 24 horas, en una ciudad que literalmente es tomada por la fiesta.

Se cortan cientos de calles para que pasen las bandas.

Todo se paraliza, excepto la algarabía.

Hay blocos que juntan 10 personas; otros, más famosos, cientos de miles. 

El bloco más convocante del mundo no es de Río. Es de Recife (es que todo Brasil entra en modo carnaval, y ellos sí que lo viven).

Se llama "Galo da madrugada" y es considerado "o maior bloco do mundo". 

En 2013, juntaron a 2.500.000 parranderos en la calle. Una locura. 

 "O maior bloco do Rio", a su vez, es "Cordão da Bola Preta", que desfila por las calles del centro el sábado de Carnaval. También se acerca a esos números.

Hay cientos, miles. Es un mes en el que el Rey Momo se adueña del país.

Pero les dije: hay dos carnavales. No uno. 

 El otro carnaval, simultáneo, es el que vemos por TV. El famoso Sambódromo. Las carrozas enormes, los desfiles. Hombres y mujeres sambando, muchísima piel y sudor. Disfraces, gente en las tribunas.

Este carnaval es protagonizado por las "escolas do samba": escuelas de samba. 

Lo que vemos por TV es pura alegría, diversión, desenfreno.

Pero, en realidad, detrás de eso hay una maquinaria gigantesca que mueve muchísimo -demasiado- dinero, una importancia política tremenda y una competencia feroz entre las escolas por ganar.

Pero... ¿Ganar qué? 

El desfile en el Sambódromo, además de un desfile, es una competencia.

La escola que mejor desfila gana. Así de simple.

Un premio económico muy importante, pero a su vez el honor; quedar en la historia.

La Primera División del Carnaval de Río es disputada por 12 escolas. 

 De esas escolas, 6 desfilan un día y 6 al otro.

Los jurados, en palcos, analizan el desfile.

Por TV, transmite el canal "Globo".

En la tribunas, los "torcedores" de cada escola alientan.

Cuando la gente percibe que un desfile fue brillante, empiezan a gritar: "É o campeão". 

En total, hay 9 aspectos que los jurados se fijan en el desfile de cada escola.

Estos son:

-Batería

-Samba-enredo

-Armonía

-Evolución

-Enredo

-Alegorías

-Disfraces

-Comisión de frente

-Mestre-sala y porta-bandeira

¿Entienden algo? Vamos a explicar de qué se trata. 

 Cada año, recién terminado el Carnaval, las escolas empiezan a pensar en el siguiente.

Cada escola, de hecho, tiene un anclaje muy territorial y las más importantes pertenecen, a las favelas, las zonas populares de Río y la periferia.

Toda la comunidad se involucra. 

 La escola más conocida, por caso, es Mangueira.

Se ubica, justamente, en Mangueira, una favela cerca del Maracaná.

Sus colores son verde y rosa.

Es muy común que mucha gente diga "Sou do Flamengo e do Mangueira"; es decir, hinchan por un club de fútbol y por una escola.

Supongamos entonces: se junta la gente que integra Mangueira en marzo y dicen: "Tenemos que pensar un tema para el próximo Carnaval".

Y comienza el proceso, el brainstorming.

Porque, efectivamente, cada desfile tiene que tratar sobre un tema, cualquiera. Vale todo.

El tema es lo que se llama "enredo". Es una historia que será contada en el desfile, de principio a fin.

Un ejemplo: en 2018, la escola "Paraíso do Tuiuti" eligió un tema con este título: ¿Está extinta la esclavitud en Brasil?

A lo largo de todo el desfile, lo desarrollaron.

 ¿Y cómo lo desarrollan?

Con los disfraces, carros, la letra de la música, alegorías, etc.

Ese desfile de Tuiuti, 2018, fue muy recordado por lo espectacular, lo político (un vampiro similar a Bolsonaro) y porque era una escola muy chica y casi sale campeona (le robaron).

 

Los jueces, así, determinan si el enredo elegido fue bueno.

También los disfraces (miles de personas de las comunidades bailando disfrazadas en cada escola), las alegorías, la armonía del desfile...

Cada escola tiene un tiempo para desfilar: eso se llama "evolução".

 A veces, las escolas pierden mucho tiempo bailando a donde están los jurados y después, tienen que apurar todo porque se quedan sin tiempo (hay un cronómetro enorme al final del Sambódromo).

Eso complica todo.                     

Si te pasás, te penalizan con pérdida de puntos y es triste. 

Ha habido casos de desfiles espectaculares que no ganaron por la penalización.

¿Qué más? Tenemos la batería -cómo suenan los tambores-, la porta-bandeira y el mestre-saia, una pareja que va adelante y lleva la bandera de la escola, el elemento más importante. Se los juzga.

 

Los jurados se fijan la gracia con la que esta pareja lleva la bandera. Luego, se juzga también la comisión de frente: es un grupo de 10-15 personas que marchan adelante y simbolizan lo más importante de lo que se quiere transmitir.

Y después, samba y samba-enredo.

 

La samba es, obvio, la música elegida y compuesta especialmente para el desfile.

Digamos: en 2018, Tuiuti compuso una samba sobre la esclavitud, que se repite incansablemente, cantada en vivo por un sambista, a lo largo del show.

Muchas sambas de carnaval trascendieron.

 Digamos: fueron tan buenas que la gente las siguió cantando después del Carnaval.

Ejemplo: "Aquarela brasileira" (escola Imperio Serrano, 1964).

Y el samba-enredo es, básicamente, cómo se cuenta la historia, cómo concuerdan música y enredo, lo que pasa en el escenario.

 Una elección fundamental es la de la "rainha da bateria".

Una sola mujer -la reina- elegida por la escola, que va bailando, sola, al frente de la batería (los tambores).

Al final, se elige la mejor del Carnaval.

Suelen, luego, pasar a ser mujeres famosísimas del país.

 Cuando termina el Carnaval, se analiza cada "quesito" (así se llaman).

El canal Globo muestra la decisión en vivo. Río se paraliza.

Cada escola se junta a ver la TV y van apareciendo los puntajes de cada jurado y los análisis.

Una escola será campeona.

Otra descenderá.

 Hay varias divisiones: Segunda, Tercera... el descenso es tremendo, demoledor.

Y el título, obviamente, desata la fiesta total en la comunidad.

Hay, además, muchísima plata de por medio: cada carroza sale millones de reales.

Pero... ¿De dónde sale este dinero?



 Bueno... aportes de la comunidad, fiestas, bailes, de privados, de gente que paga para ser parte de los desfiles y probablemente, de otros lados (Río es una ciudad salvaje).

Es una maquinaria muy aceitada.

Cada escola son miles de personas desfilando, varias carrozas...

 

El "mercado de pases" es eso.

Cada escola trata de tener a los mejores.

Entonces, supongamos: un famoso compositor de sambas de la escola "Beija-Flor" se pasa a "Vila Isabel".

Eso sale en los diarios, es noticia.

Como si fuera un jugador de fútbol, así exactamente.  

 

Algunas de las escolas más famosas son:

-Mangueira, icónico verde y rosa.

-Portela: el halcón azul y blanco, del barrio de Madureira; yo soy hincha de ellos.

-Beija-Flor: del suburbio de Nilópolis, también azul y blanca.

-Salgueiro, del morro do Salgueiro, roja y blanca.



Desde 1932, 15 escolas ya ganaron el campeonato.

La más ganadora es Portela, con 22, aunque entre 1984 y 2017 no obtuvo ningún título.

Mangueira tiene 20.

Beija-Flor, 14.

La última gran sorpresa fue en 2022: ganó por 1ra vez Acadêmicos do Grande Rio (de Duque do Caxias).

 Es TAN importante el carnaval que hay un trabajo llamado "carnavalesco": son, básicamente, las personas que piensan los desfiles.

En 2004, por ejemplo, empezó la "Era Paulo Barros".

Él era el carnavalesco de Unidos da Tijuca, una escola considerada menor, pequeña...

 Pero a Paulo se le ocurrió una novedad muy original hasta entonces.

Arriba de las carrozas, también habría bailarines y se representarían coreografías, no sólo samba.

Cambia la forma de entenderse el desfile.
                                                                                       
Y así se va haciendo la historia, el carnaval va mutando...

 

 Es además -y cada vez más- un evento muy político.

En 2006, en un golpe maestro, Hugo Chávez decidió financiar la escola "Unidos de Vila Isabel", pequeña, con un espectáculo que le cantaba a la integración de América Latina y la Patria Grande.

¡Y ganó: fue histórico!

 

El carnaval más polémico de la historia fue el de 1989, cuando, para representar la terrible pobreza de la ciudad, Beija-Flor armó una comisión de frente con gente disfrazada de mendigos y un Cristo Redentor envuelto en bolsas de residuos.

Hubo amparos de la Iglesia, etc.

 La historia del carnaval es alucinante porque, al cabo, es la historia de los pueblos.

No existe evento más popular y masivo en el planeta.

Ayer terminaron de desfilar las 12 escolas y mañana sabremos la ganadora de 2024.

¡Salve, Rei Momo! ¡Cidade Maravilhosa!

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