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Estambul, 15 de julio 2016, la noche del desafío

A siete años del intento de golpe de Estado en Turquía
Por segunda ocasión me encontraba de vacaciones en mi destino y ciudad favorita: Estambul, Turquía. Era viernes por la noche, regresando de cenar, aproximadamente las 10, la vida nocturna es muy agitada y con muchas opciones en una ciudad tan cosmopolita como lo es Estambul. Esa noche había mucho movimiento, más que el normal, recuerdo la gente en las calles hablando, unos iban y venían, otros corrían, había mucha incertidumbre, nadie sabía exactamente qué era lo que estaba pasando, y algunos otros decían: "Oh, de ninguna manera, es una noticia falsa, no es real”. 

Todo era confusión. En una cafetería tenían la televisión prendida y en las noticias decían que el puente Bósforo (que conecta la parte asiática de la europea), así como el aeropuerto estaban cerrados y todos vuelos cancelados, la televisión estatal (TRT) también habían sido tomados. Las redes sociales fueron bloqueadas en todo el país: Twitter, Facebook y Youtube. Fue entonces cuando supe que algo estaba mal.

En Ankara, la capital, las cosas no estaban mejor, los golpistas estaban bombardeando la sede del parlamento, el fin era derrocar al presidente Recep Tayyip Erdoğan, él se encontraba de vacaciones en Marmaris. Los ataques se intensificaban:

Un golpe militar estaba en camino.



A media noche el presidente Erdogan a través de un Facetime por televisión hizo un llamado a la nación a que salieran a las calles y a encontrarse con él en el aeropuerto de Estambul y a manifestarse en contra del golpe de estado diciéndoles: 

“No hay poder más grande que el poder del pueblo, salgan a las calles y den la respuesta”



Y así lo hicieron. Desde las mezquitas también pedían a la gente que salieran a resistirse. En Ankara y Estambul hubo diferentes enfrentamientos entre policías, civiles y militares.



Finalmente llegué al lugar donde me hospedaba en la parte asiática de Estambul, no dimensionaba la magnitud de la situación. Mis amigos turcos me llamaban al celular para decirme que no saliera, que las cosas estaban feas. Desde la ventana del departamento en el tercer piso donde me hospedaba, vi marchar tanto hombres como mujeres y llevar como única arma sus banderas turcas, momento decisivo.

Escuché y vi helicópteros de la fuerza aérea y aviones caza sobrevolando a baja altura la ciudad, tanques de guerra circulando por las calles y las sirenas de las ambulancias ir y venir, y ver en los noticieros cómo una nación orgullosa defendía dignamente su país. 

Vi como todos los turcos salieron a las calles a defender su nación, su democracia, verlos salir con banderas y no con armas, y aunque fue la oportunidad perfecta, ninguno de los miles de manifestantes se aprovechó de saquear tiendas o negocios o dañaron físicamente a alguien en el camino. La prioridad para ellos era defender a toda costa su país y su gente, aún a costa de sus propias vidas. 



No importaba cuál era su inclinación política o su ideología, estaban de pie y unidos por su país y por evitar un golpe de estado, eso me hizo entender mucho sobre la resistencia y valentía del pueblo turco y ver por primera vez el poder de la gente. 

Por primera vez en la historia de Turquía, el propio pueblo frustró un intento de golpe militar de tal magnitud. 


Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía.

Y luego al día siguiente, 16 julio de aquel 2016, los turcos pensaron que la mejor manera de seguir adelante era continuar con sus vidas, y así fue, ese sábado, muchos comercios estaban abiertos y la vida poco a poco volvía a la normalidad. Fue impresionante ver en las calles los tanques de guerra y la policía redoblando la seguridad. 


Calle Istiklal







A partir de esa noche, sin faltar, durante dos meses, todas las noches la gente salía a las calles con canticos e himnos a manifestarse y festejar congregándose en la plaza Taksim a celebrar su democracia. En ningún momento sentí que corría peligro, había mucha seguridad por todos lados, en las calles, en centros comerciales, etc.

Me quedé una temporada más disfrutando de Estambul, aquella enigmática ciudad. 


Plaza Taksim



Agradezco a todos esos civiles que dieron su vida por defender la de otros, incluyendo la mía. 





 15 julio del 2016, noche histórica que jamás olvidaré.

Por: Claudia Barajas, apasionada y especialista de los viajes corporativos,
y Directora General de Business Travel Magazine.
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