Lo anterior puede generar que los objetivos a mediano y largo plazo se vean afectados, por ello se debe empujar el apego a la Política de Viajes, pero también el generar conciencia en los viajeros y llevarlos tanto a ellos como al programa, a las mejores prácticas.
A continuación, presentamos 10 de las mejores prácticas referentes a la trasportación aérea:
- Establecer de forma clara y contundente una ventana mínima de pre compra para los boletos de avión, informando también las consecuencias de no seguir esto.
- Poner en marcha un proceso de aprobación que permita a los aprobadores visibilidad total de lo que los viajeros están solicitando frente a las opciones más económicas disponibles.
- Considerar el permitir a los viajeros que viajen en clase turista, todas las ocasiones que lo deseen, aun cuando por nivel o política tengan derecho a clase business, esto puede generar un sentimiento compartido en los ahorros.
- Negociar tarifas en las rutas más comunes que se usan con las líneas aéreas.
- Reservar clase turista en ciertas rutas en dónde aplicaría clase business, pero con la apertura de poder reservar noches de hotel adicionales para el confort de los viajeros.
- Dar seguimiento puntual a los boletos no utilizados.
- Motivar a todos sus viajeros a obtener y utilizar los programas de viajero frecuente en las aerolíneas designadas como preferidas de la empresa.
- Realizar mix de tarifas entre clase business y turista en vuelos largos (clase business de ida y turista al regreso).
- Brindar a los viajeros frecuentes tarjetas de crédito que tengan beneficios adicionales como equipaje extra, upgrades, salones, cambios, etc.
- Negociar con las aerolíneas preferentes la inclusión de beneficios en ancillary fees, en los acuerdos corporativos.